martes, 19 de octubre de 2010

IRONMAN WORLDCHAMPIONSHIP 2010 ( Ke Alahele O Ke Koa)


Este año el lema del Ironman ha sido Ke Alahele O ke Koa, que significa El camino del Guerrero, y creo que cada uno de los que estabamos allí el pasado día 09 de octubre eramos guerreros, y sólo nos quedaba acabar el camino que comenzamos hace mucho tiempo....

Tras una noche de sobresaltos (no conseguía dormir pensando en las mil cosas que me podían pasar en la carrera: pinchazos, golpes en la natación, deshidratación o que me molestase el estomago...) a las 4.00 de la mañana finalmente suena el despertador, y comienza lo que va a ser el día más importante en mi vida deportiva. A eso de las 5.00 ya estabamos en la zona de boxes, junto a la mayoría de los triatletas (aquí la gente madruga mucho, y no hay muchos tupis que se levanten con la hora pegada).

Lo primero era marcarme el dorsal en los brazos (1741), y aquí no usan bolis, sino tampones, muy profesional, tanto que todavia tengo la marca de los números. De ahí a preparar la bici, hinchar las ruedas, cargar bidones y comprobar que todo esté en su sitio,  en ese momento me di cuenta que me faltaba el Pomar para preguntarle si me faltaba algo por hacer, como es costumbre... Por último salir a darle un beso a Ainhoa, y unas fotitos con cara de susto. Ya no había marcha atrás.

Me dirigí al Pier para ver la salida de los pros (30 minutos antes que los grupos de edad). 15 minutos antes de la salida me meto al agua a calentar. La salida es una línea imaginaría entre una boya y el puerto a unos 10 metros de la playa, con surferos encima de sus tablas controlando que nadie se adelante.  Según se van acercando los minutos previos al cañozano, todos los triatletas que estamos flotando en el pacífico nos vamos apiñando, y el agobio empieza a ser considerable, no tienes espacio para dar patada y flotar, ya que las piernas empiezan a chocarse entre sí y te tienes que sujetar a los de alrededor. Por supuesto ellos también se sujetan a mi, y las aguadillas son cada vez más continuas. Literalmente luchas para mantenerte a flote, y cuando te quieres dar cuenta POOOOMNMMN!!!!
Comienzo de la batalla

Hasta la mitad del recorrido, los golpes y patadas son continuos. Intento hacerme hueco, y como buen "guerrero", salí victorioso y a partir del giro la natación fue más cómoda.  Conseguí ponerme a cola de un grupo grande que parecía que no iba mal, y por fin, iba viendo las escalerillas del Pier cada vez más cerca... Muy bien Codinach, pensé, ya está la primera parte hecha. 1:00:13.

La transición fue más lenta de lo normal, por cambiarme de traje, y por un pequeño percance con las barritas y geles (con las prisas se me cayeron entre las piernas de un tio). Ya estaba encima de la bici preparado para esas interminables y solitarias rectas de la autopista Queen K. Los 7 primeros kilómetros eran por alrededores de Kona, y se pasaron volando porque estaba lleno de gente animando. A partir de este momento nos quedamos sólos mi bici y yo, aunque al pasar por cada alfombra de cronometraje, me acordaba de toda la gente que estaría viéndome desde casa. En la bici tuve buenas sensaciones, y según me dijo Luis, guardando fuerzas para la segunda mitad del recorrido, que venía marcado por el giro en Hawi. Tal y como esperaba, el recorrido estuvo marcado por fuertes vientos, casi siempre laterales, y la última parte en contra. Además de un fortísimo calor y humedad, lo que me obligó a estar bebiendo continuamente para no deshidratarme.


A falta de unos 40 km para llegar a Kona el estómago me empezó a dar guerra, y me ví obligado a bajar el ritmo. Las barritas y geles que tomaba las vomitaba, y sinceramente me bajé de la bici con cierta preocupación, y pensando que no sería capaz de acabar la carrera, si no conseguía asimilar los alimentos. Esto hizo que el tiempo final del segmento ciclista ( 5:06:00 hrs), no fuera todo lo bueno que me hubiese gustado, comparandolo con el resto de competidores.

Al salir de la T2 por fin vi una cara conocida, ahí estaba Ainhoa gritando como una loca... y eso hizo que recargara las pilas. Nada más bajarme de la bici y recorrer los boxes noté que las piernas estaban ligeras y parecía que el estómago me estaba dando una tregua. La primera parte de la carrera a pie era la más amena y fresca, ya que corrías por Ali´i Drive y había mucho público animando. Los ritmos eran buenos y me encontraba fresco, y conseguí tomarme varios geles sin tener problemas estomacales, así que los miedos se disiparon y comencé a adelantar a bastante gente. Como ya sabeis todos los que corréis, esto anima bastante, y me dió un subidón para enfrentarme a la parte más dura, en mi opinión, de todo el Ironman.

Tras pasar el kilómetro 16, subiendo Palani Road, cogíamos otra ver la autopista Queen K., esta vez a pie hasta el Energy Lab, cerca del aeropuerto. Esta zona está desierta, no hay espectadores y el paisaje es desolador. Aquí mi ritmo empezó a bajar, ya que el terreno picaba un poco para arriba, y había un poco de viento en contra, todo ello bajo un maravilloso sol de justicia. Fueron los momentos más duros psicológimante, ya que físicamente iba bien y tenía puesto la velocidad de crucero. Después de una lucha mental conmigo mismo, y de momentos de rabia y bajón, venían momentos de lucha y superación personal. Por fin avisté el giro para volver a Kona, "Venga Codi, ya sólo te quedan 12 kilómetros. Esto está chupao".
A falta de 10 kilómetros alcancé a Jaime (Luarca), que iba un pelín fastidiaillo por el intenso calor. Estuvimos corriendo juntos unos 5 kilómetros, y gracias a la compañía se me pasaron mucho más deprisa.

A falta de 3 kilómetros, Jaime tuvo que disminuir el ritmo, y yo cada vez me encontraba con más fuerzas según se acercaba el final. Los últimos 2 kilómetros ya callejeaba por Kona, y empecé a disfrutar realmente de la hazaña que estaba a punto de conseguir. Una vez tomado el giro en Ali´i Drive para encarar la recta de meta hacia el Pier, las lágrimas se me saltaban, me emocioné acordándome de todos y cada uno de los que me habían dado su apoyo y ánimos durante todo este tiempo. !Estaba a punto de realizar el sueño de mi vida!  Me hubiese gustado que se parase el tiempo.

Empecé a buscar a Ainhoa con la vista, para abrazarla y coger la bandera de mi tierra querida.... Ahí estaba a pocos metros de la meta (ella ese día hizo su Ironman particular, y consiguió llegar a meta conmigo). Cogí la bandera, la desplegué y empece a correr mis últimos 15 metros, eufórico, lleno de alegría, no hay palabras para describir como me sentía en ese momento.... "Por fin Codinach, por fin"

Este Ironman va dedicado a mi familia, amigos y todos los componentes del Club Triatlón Guadalajara, que sufren igual que yo en cada competición. !!!!MAHALO!!!!
Chicos ya sois Finisher en Hawaii.

1 comentario:

  1. Ostia!! Que tiempo mas bueno!! Terminastes casi con Leanda Cave!! Felicitaciones... A ver si de aqui unos años me encuentro en Kona!

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